Nickolai Panchuk, un pastor que vivia en la Rusia comunista, luchaba, como prisionero de la KGB, para encontrar su propósito. Perseguido por su fe cristiana, Nickolai permaneció en un campo siberiano durante ocho años, negándose a sacrificar su fe y sufrimiento las consecuencias. Hostigado, golpeado y abatido, Nickolai encontro esperanza en la fuente mas improbable, un viejo buey, llamado Maksim. Con la Ayuda y fortaleza de Dios, Nickolai y Maksim trabajaron juntos para realizar un milagro semanal, testificando por Cristo aun inmersos en las peores circunstancias y ganando almas en el camino.